Alerta Roja para Determinar el Desorden de Procesamiento Sensorial
GREENVILLE BILINGUAL THERAPY
El Desorden de Procesamiento Sensorial o DPS puede afectar un o varios sentidos (vista, gusto, tacto, olfato, oído, propioceptivo y/o vestibular/equilibrio). Algunos niños con este Desorden, se sienten bombardeados por información sensorial y la evitan. Otros, al contrario, parecen que no se dieran cuenta de las sensaciones alrededor de ellos, y son indiferentes. Algunos "niños sensoriales", como se llama a quienes sufren este Desorden, tienen problemas de coordinación. A otros se les antoja tener estimulación sensorial intensa y activamente la buscan. Los síntomas varían dentro del Desorden.
Si usted reconoce algunos de los siguientes síntomas en su hijo, debe mandarle a hacer exámenes o estudios para determinar si efectivamente tiene el Desorden de Procesamiento Sensorial.
Bebes entre cero y 36 meses- Problemas de alimentación o sueño.
- Irritable cuando lo esta vistiendo, incomodo con su ropa.
- Rara vez juega con juguetes.
- Resiste que lo alcen; curva la espalda cuando lo alzan.
- No puede calmarse el solo.
- Torpe, poco flexible, cuerpo tieso. Demorado en actividades motoras.
Pre-escolares (niños y niñas entre 3 y 5 años)- Muy sensible al tacto, ruidos, olores u otras sensaciones o a la gente.
- Se distrae fácilmente, se mueve mucho, es agresivo. - Dificultad para vestirlo, darle de comer, dormirlo y/o entrenarlo para ir solo al baño.
- Dificultad para hacer amigos.
- Torpe, débil, habilidades motoras bajas.
- En constante movimiento; en la cara y en el espacio de todos.
- Pataletas frecuentes o largas especialmente cuando debe cambiar de actividades.
Niños entre 5 y 12 años- Muy sensible al tacto, ruidos olores u otras sensaciones y/o a la gente.
- Se distrae fácilmente se mueve mucho, es agresivo.
- Se sobrecarga fácilmente, sintiéndose angustiado por las circunstancias.
- Dificultad para aprender a escribir o actividades motoras.
- Dificultad para hacer amigos.
- Indiferente al dolor propio o el dolor de los demas.
Adolescentes y adultos- Muy sensible al tacto, ruido, olores, otras sensaciones y/o a la gente.
- Baja auto-estima, miedo o torpeza al comenzar nuevas actividades.
- Letárgico y lento.
- Siempre activo, impulsivo, distraído.
- Deja los trabajos sin terminar.
- Torpe, lento, habilidades motoras bajas.
- Dificultad para concentrarse.
- Dificultad para concentrarse en el trabajo y en reuniones.
Los síntomas del Desorden de Procesamiento Sensorial ocurren dentro de un amplio espectro de severidad. Mientras que la mayoría de la gente encuentra ocasionalmente dificultades para procesar la información sensorial, la característica en niños y adultos con DPS es que estas dificultades son crónicas, y les interrumpe el diario vivir. Este desorden solo puede ser diagnosticado después de pruebas muy complejas que solo pueden ser practicadas por profesionales de la medicina, sicología o ramas relacionadas.
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Julia Mari-ColonConvulsiones Silenciosas o Ausentes
Las convulsiones ausentes, también conocidas como convulsiones silenciosas o pequeñas, son más comunes en niños que en adultos. Cuando una persona sufre uno de estos episodios, es probable que parezca que sólo está soñando despierto durante algunos segundos. En algunos casos, los episodios de convulsiones son tan mínimos que no se pueden identificar o detectar hasta varios meses después de haber comenzado a desarrollarse.
Síntomas:La mayoría de las ausencias típicas duran solo varios segundos y con mayor frecuencia se reflejan a través de mirada fija o "ausencia", movimiento de brazos/dedos/manos, chasquear los labios y masticación no funcional.
Los episodios pueden ocurrir muchas veces al día, interferir con el aprendizaje y el desempeño escolar del niño y/o confundirse con falta de atención u otro diagnostico relacionado a problemas de comportamiento.
Usualmente es en el ambiente escolar que se comienzan a observar las convulsiones silenciosas y son identificadas por el personal educativo ya que el niño comienza a reflejar problemas de aprendizaje, problemas sociales y/o problemas de comportamiento.
¿Qué características puede el niño mostrar durante la convulsión?- Dejar de hablar en medio de una frase u oración y comenzar de nuevo so conversación unos segundos más tarde.
- Dejar de caminar y empezar de nuevo después de varios segundos. Son pocos los casos reportados de convulsiones silenciosas donde el niño caiga al suelo durante una convulsión silenciosa. ¿Qué sucede luego del episodio de convulsión silenciosa?- Se observa completamente despierta
- Piensa claramente
- No es consciente del episodio de convulsión
Causas:Los niños o personas que sufren de convulsiones silenciosas experimentan la interrupción eléctrica en la comunicación entre las células nerviosas y el cerebro.
¿Cómo se diagnosticas las convulsiones silenciosas?Las convulsiones ausentes o silenciosas se diagnosticas a través de un electroencefalograma (EEG), donde se mide la actividad eléctrica del cerebro.
¿Cuál es el tratamiento para las convulsiones ausentes o silenciosas?Las convulsiones silenciosas o ausentes son tratadas y prevenidas con medicamentos. Se ha reportado que 7 de cada 10 niños que presentan convulsiones silenciosas dejan de presentar éstos episodios antes de llegar a los 18 años de edad. Niños menores de 9 años que comienzan a presentar episodios de convulsiones ausentes tienen mejor prognosis que los que comienzan a presentar episodios de convulsiones ausentes después de los 10 años de edad.
Sistema Escolar:
Tan pronto los padres tengan el diagnostico otorgado por un doctor pueden solicitar en la escuela un Plan Educativo Sección 504. La Sección 504 es una ley de derecho civil federal que está diseñada para eliminar la discriminación por incapacidad en programas y actividades que reciben fondos federales. Ya que todos los distritos escolares públicos reciben fondos federales, todos deben cumplir con la Sección 504. Bajo la sección 504, el negar a un estudiante incapacitado la educación pública adecuada constituye una discriminación por incapacidad.
"Un niño siempre puede enseñar tres cosas a un adulto: a ponerse contento sin motivo, a estar siempre ocupado con algo y a exigir con todas sus fuerzas aquello que desea"
¿Cómo puedo hacer el aprendizaje del habla divertido?
Estrategias para Manejar las Rabietas de su Niño
¿Has escuchado cuando los padres dicen: "Mi niño está en los terribles dos"? Pues es porque a los dos años los niños descubren el poder de las rabietas. Los niños tienen la habilidad de leer a los adultos y se les hace fácil comprobar que ciertas actitudes puedes sacar de control a sus padres y/o cuidadores y de esta manera prueban su eficacia. Es decir, que utilizan las rabietas para conseguir un fin (algo que desean). Se ha descubierto, a través de cientos de estudios en el área del comportamiento humano, que cuando los niños presentan una rabieta piensan tanto en el llanto que hasta incluso puede habérseles olvidado la razón por que se inició el acto o la conducta.
Las rabietas se pueden observar en la vida diaria de algunos niños. Como también, pueden ser menos frecuentes en otros niños, dependiendo de cómo los padres o el adulto manejen la situación. Algunos niños solo pierden la calma ocasionalmente, pero otros parece costarles más trabajo cuando no consiguen lo que quieren o cuando las cosas no sales como ellos quieren. Los niños que, por naturaleza, tienden a tener reacciones fuertes, necesitarán más ayuda de parte de sus padres para controlar las mismas.
A continuación les comparto algunas ideas para disminuir éste tipo de conductas desde edades tempranas.
¿Qué hacer si tu hijo tiene una rabieta?
1. Mantener la firmeza ante ellos
Esta se considera, según los especialistas en la conducta humana, la estrategia más útil para manejar las rabietas. Aunque todos los padres dicen que resulta más fácil decirlo que hacerlo. Es sumamente importante que le haga entender al niño que la rabieta no le llevará a conseguir lo que quiere. De ésta forma, el adulto no le dejará ver al niño que está perdiendo control ante la situación. Como comenté anteriormente, los niños son muy inteligentes, por lo tanto, puede que durante un tiempo siga llorando y/o gritando, pero sea consistente, ya que en la mayoría de los casos el niño se dará cuenta de que la conducta que está presentando no le funciona para obtener lo que quiere. Si tiene una rabieta porque no dejas que salga al jardín, no cambies de opinión y dejes que salga después de que se haya calmado. De la misma forma, si ibas a dar un paseo antes de que tuviera la rabieta, debes seguir con el plan, tan pronto como se calme.
2. Ofrezca explicaciones cortas a su niño
¿Qué sucederá si le trata de explicar al niño en medio de su rabieta la razón de su acción y el por qué su ésta conducta no lo llevará a nada? Lo más probable el niño siga tirado en el suelo, llorando, gritando y tirando patadas sin cansarse. Cuando el niño tiene una rabieta lo único que escucha es su propio llanto, por lo que es difícil que te escuche cuando le estás hablando.
3. Aleja al niño de peligros
Recuerda que su exceso de enojo o coraje le causa sus a él mismo. Por lo tanto, asegúrate de que no se haga daño ni le haga daño a los demás. Si después que le pase la rabieta descubre que se ha golpeado la cabeza, ha arañado a algún adulto que está a su alrededor, verá éstos daños como evidencia de que no se puede controlar y que tú tampoco tienes el poder de controlarlo y mantenerlo seguro. Puede ser más fácil mantener a tu niño seguro si lo sujetas con suavidad en el suelo. A medida que se vaya calmando y se siente cerca de ti descubrirá, para su asombro, que todo sigue igual después de la rabieta. Poco a poco se calmará en tus brazos y los gritos se van a convertir en llantos. Para éste momento, ya no tendrá un niño furioso, sino que simplemente tiene un bebé que ha gritado hasta quedar exhausto y está muy asustado.
4. A algunos niños no les gusta que los abracen
Hay algunos niños que no soportan estar en brazos de alguien mientras están teniendo una rabieta. Y esto se debe a que la restricción física les da más motivos para enojarse y hace que la situación empeore. Si tu hijo reacciona de esta manera, no insistas en dominarlo físicamente. Aparta cualquier objeto que pueda romper e intenta evitar que se haga daño a sí mismo.
5. Es hora de calmarlo y no responder con enfado
Si los padres responden con una rabieta al niño, están fomentando la conducta en el niño. Por lo tanto, no responda a la rabieta del niño enfadándose con él. De esta forma les estaremos dando la excusa perfecta para iniciar un pequeño número de rabietas en cualquier momento, ya que para ellos sus padres son sus modelos de referencia y los niños imitan todo lo que los adultos hacen. A los varios minutos de la rabietas los niños no se acuerdan ni la razón o el propósito por la que lloraron o gritaron.
6. No te avergüences si tu hijo hace alguna rabieta en público
Muchos padres temen las rabietas de los niños en lugares públicos; sin embargo, no debes dejar que tu hijo sienta ésta preocupación. Si dudas en llevarlo al cumpleaños del vecino para evitar que tenga una rabieta porque quiere jugar con el juguete del amiguito, él se dará cuenta de lo que está pasando. Una vez el niño se da cuenta de que sus rabietas incontrolables tienen un efecto en tu comportamiento hacia él, es probable que aprenda a usarlos y entre en un estado de rabietas semi-deliberadas típicas en niños de cuatro años de edad cuyas rabietas no se han manejado con eficacia.
7. Las rabietas pueden quedar atrás
A medida que el niño se desarrolla y crezca podrá manejar mejor las situaciones que se le presentan en la vida diaria y podrá desarrollar destrezas de solución de problemas. Eso significa que tendrá menos frustración ante las situaciones que se le presenten que antes le causaban enojo. A medida que se pierda el miedo, dejará de necesitar tanta reafirmación de parte del adulto y gradualmente aprenderá a comunicar lo que no le gusta libremente. Con la ayuda del lenguaje también distinguirá entre fantasía y realidad. Una vez pueda desarrollar éstas destrezas, podrá ser capaz de ver que la mayoría de sus miedos no son ciertos, y que la mayoría de las exigencias y restricciones que los padres le imponen son razonables.
Controlar las rabietas puede ser difícil para los padres como para los niños. Ayudar a tu niño a hacerlo es demostrarle que los amas. Intente ser paciente y positivo, y tenga en cuenta que desarrollar estas habilidades toma tiempo, paciencia y esmero. Nunca olvide que los niños pueden mejorar con la educación adecuada de parte de los adultos.